Recientemente (para cuando publiquemos esta entrada, un vil ayer
bastará) se nos petatió [sic] una
persona trascendente de la literatura universal, y en momentos posteriores al fallecimiento del escritor Carlos Fuentes Macías, muchos hicieron
eco de su presencia en las letras latinoamericanas, la relevancia de sus
escritos, sus acciones diplomáticas con otros países y demás asuntos que
hicieron a esta occisa personalidad merecer un tiempo en televisión nacional
para hacer conciencia de la trascendencia de su persona...
¿O que no lees libros? ¡Vamos! Que podría apostar lo que sea
a que segurísimo has leído La región más transparente, Terra Nostra
o La muerte de Artemio Cruz o quizá… no. Espero que hayas sabido de
Carlitos antes de que todo el mundo se atiborrara con información acerca de él
y su muerte, pues para serles sinceros, no sabríamos quién caracoles era él si
no fuese por las revelaciones [estilo epifanía marca ACME] de la siempre confiable
televisión por cable. Carlos dejó un legado escrito que muchos se darán [a
penas] la molestia de leer.
Vale, que ya hemos dado una breve introducción acerca de
este caballero de la pluma, aunque seguro te preguntas: ¿Y qué demonios hace Papá Pitufo al lado suyo? Si es así, excelente
pregunta has formulado, pues uno a primera vista se podría interesar en la
relación que guarda un personaje real de los años 20 con el personaje ficticio
de una caricatura belga de los 80´s; y si no es así, bueno… igual te
explicamos.
Antes que nada, hacemos un especial énfasis en que la figura de Papá Pitufo no es más que un juego visual entre este azulado
personaje y Karl Heinrich Marx, el
famosísimo filósofo [y también periodista] alemán. La relación es muy simple y
mundana: El color rojo es un color que, entre muchos otros significados, suele
asociarse con el socialismo/comunismo por la URSS (ya sabes, el martillo
y la guadaña en fondo rojo), además que la prominente barba es una
constante tanto en Marx como en el pitufo. Así de fácil. Papá Pitufo es una
alegoría a Karl Marx.
Ahora sí, ya entramos calientitos al contexto. Veamos qué
surge de la yuxtaposición Fuentes-Marx.
Algo que no se comenta a vivas voces sobre Fuentes, es su gusto por las corrientes ideológicas derivadas
de Marx. Por ejemplo, ¿sabían que “Alabó la
figura de Fidel Castro y le puso, en algunas ocasiones, reparos
importantes. Elogió también la apertura de Raúl
Castro.”? [tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Fuentes].
Ciertamente, tenía un cariño especial con Cuba y su modelo económico basado en
ideas que Marx dejó en sus escritos mucho tiempo atrás.
Es de destacarse también que muchos pensadores de su camada
temporal, tenían algo así como “El club de amiguitos simpatizantes del
movimiento castrista” [sí, el nombre suena pésimo]. Y vaya, todo iba muy bien
hasta que ocurrió el caso de Heberto Padilla [1]
y ¡ups! Algunos de sus miembros se empezaron a salir de ese círculo de
simpatizantes, pues vaya… la misma revolución había traicionado los ideales que
tanto promovía de libertad…
Y esa, querido lector, es la relación que guarda Carlitos
con Papá Pitufo :P Indirectamente, la previa existencia de Marx interfirió con la
vida de Fuentes, ¿eh? Es interesante ver cómo un suceso aparentemente muy
aislado [desde Alemania del siglo XIX] repercuta en otro lejano [América en el
siglo XX]
Carlitos y Karlos, esperamos, estén en el otro mundo
discutiendo temas ilustradamente profundos. Seguro que ya se están tomando un
cafecito y echando un buen verbo sobre nosotros, el siglo XXI.
Lea y Pato
-Amamos la Sociología-
-Amamos la Sociología-
[1] Caso Padilla: Para no extenderse tanto,
fue un poeta y activista cubano que fue perseguido por el mismo gobierno de su
nación por “actividades subersivas contra el gobierno”. Suponemos que leer
poesía de contrarrevolución en cuba es definitivamente una maaala idea.
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